La escuela

Crónica del congreso sobre Santa Clara 24-26 de febrero de 2012

“Ama sin reservas a Aquel que se te ha dado totalmente por tu amor”

Y la casa se llenó de clarisas. Cada año por esta época, como caídas del cielo, hermanas de todos los rincones de nuestra geografía, llenan de vida todos y cada uno de los rincones de nuestra casa. Durante estos últimos años, las hermanas escogen uno de los cursos con contenido clariano, que nuestra Escuela Superior de Estudios Franciscanos (ESEF) ofrece en su programación anual. Este año nuestro querido hermano Niklaus Kuster, nos ha deleitado con su presentación sobre la espiritualidad clariana, haciendo una lectura genial de la tabla de San Clara. Como en años anteriores la participación fue estupenda; más de 65 estudiantes. Otros de los motivos de alegría ha sido la participación de un buen número de hermanas Clarisas Capuchinas que también están decidiendo utilizar nuestra ESEF para su formación permanente y continuada.

Y aprovechando que ya las teníamos en casa y que este año toda la Familia Francisca celebra el VIII centenario de la fundación de la Forma de Vida Clariana, nos lanzamos a la aventura de organizar un congreso. Ya en septiembre se había celebrado uno en Barcelona, pero la ESEF no quería dejar la ocasión de divulgar y de celebrar la insigne figura de nuestra hermana Clara de Asís.

El congreso programado ha tenido una orientación claramente formativa. Para ello utilizamos a los mejores especialista, la mayor parte de ellos profesores ordinarios de la ESEF: Fernando Uribe, Leonardo Lehmann, Marimar Graña, Niklaus Kuster y todavía a otro gran especialista internacional: Marco Bartoli. Además de la dimensión formativa, nuestro deseo ha sido que el congreso se convirtiese en espacio de expresión de las inquietudes y sueños de las clarisas hoy. Tres hermanas nos deleitaron con temas tan vitales como: la identidad de las clarisas hoy (Hna. María Alegría Zarroca), Evangelización y vida contemplativa (Hna. María Teresa Pandelet) o las aportaciones del carisma de Santa Clara (Hna. Teresa Punjal).

Para tal evento, nuestro mejor artista, Antonio Oteiza, había creado una serie de ciclos pictóricos dedicados a la vida de Clara. Tuvo la oportunidad de disertar sobre el sentido del arte religioso moderno y la dimensión trascendente de la estética artística. Después de introducirnos en las explicaciones de sus creaciones, casi podríamos decir que puso de pie al auditorium.

Las dos mesas redondas programadas al servicio de la expresión de las hermanas se quedaron un poco cortas. La primera de ellas, animada previamente por un video sobre una comunidad de clarisas francesas, nos permitió escuchar el testimonio de cinco clarisas, entre ellas una capuchina, que compartieron sus experiencias personales sobre cuestiones tan centrales en nuestra vida como: la fraternidad, el trabajo, la contemplación y la formación. En la segunda mesa redonda, los ponentes respondieron las preguntas que los asistentes habían formulado previamente por escrito a lo largo de las exposiciones del congreso.

La liturgia fue sobria. El elemento más novedoso fue la preparación de una vigilia de oración la primera noche, preparada con mucho gusto por los hermanos y hermanas laicas que colaboran con la fraternidad de El Pardo. Agradecemos también la presencia de distintos hermanos que compartieron y animaron la celebración de la liturgia: Encarnita del Pozo, Ministra General de la OFS y Ministra de turno del Consejo de Superiores Generales de la Familia Franciscana; José María Sainz, Ministro Provincial de Castilla (OFM) y José Oltra (TC). Así como el Ministro General de los Capuchinos, Mauro Jöhri, inauguró el curso vía vídeo-conferencia, nuestro ministro provincial, Benjamín Echeverría, además de presidir la eucaristía final, clausuró con una hermosa y alentadora reflexión nuestro congreso.

Las reacciones más inmediatas al concluir eran muy positivas. Estamos contentos porque nuestras expectativas se han cumplido con creces. La asistencia, superada con mucho a un mes vista del congreso, (han asistido más de 150 personas), ha dado más de un dolor de cabeza a algunos miembros de la organización. Y hablando de organización, la lista de personas a las que tendríamos que agradecer sería enorme, basta hacer público nuestro reconocimiento a las dos personas que han llevado adelante el peso pesado de esta maquinaria nada sencilla: Margarita Suárez y José María Lana. Ambos han coordinado magistralmente las fuerzas de los hermanos estudiantes de la ESEF y de la fraternidad de los hermanos de El Pardo, conservando y estimulando el clima de acogida tan peculiar de esta fraternidad.

A quien corresponda: que se repita, que la ESEF siga viva y dando vida, que nos encontremos más veces, que pensemos juntos, que orientemos en la misma dirección nuestra voluntad para hacer más franciscano nuestro mundo. Que Santa Clara vele también por nuestro sueño. Que así sea.

Jaime Rey

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