Comenzamos esta semana con ánimo alegre, vamos avanzando en el curso, pasadas las semanas de integración, familiarizados con nuestros correspondientes responsabilidades y servicios.Hemos tenido la alegría de ver aumentado el grupo de estudiantes, para esta semana, con la llegada de cinco nuevas hermanas novicias de la congregación Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor; y del hermano Gerardo Almeida, OFMCap, de la custodia de México, para todo el Programa. Grupo numeroso que exige de los maestros capacidad creativa para hacer de sus clases participativa y activa.

Así, esta semana, tuvimos la materia La Biblia de Francisco: sus textos e interpretación; a cargo del hermano Carlos Gil Arbiol, OFMCap. Creo que la sorpresa para algunos, incluida mi persona, fue el descubrimiento de los textos de la vocación de Francisco que dieron vida a su peculiar forma de interpretar la Biblia. La Biblia que Francisco descubre es la fraternidad porque en ella redescubre la voluntad de Dios. Este descubrimiento nos exige seguir adelante en la reflexión y profundización. Siento que esto ha sido solo una puerta que queda abierta. Con esta materia concluimos el primer módulo que marca la agenda de este año 2020, Introducción al Franciscanismo.

Otra materia tan importante que hemos tenido de la mano del hermano Leonard Lehmann, OFMCap, ha sido los Escritos de San Francisco I introducción. Es impresionante la tan sola figura personal de nuestro hermano que con su sola presencia ya es un icono y leyenda para todos los estudiantes que hemos tenido el privilegio de estar y compartir con él, su sabiduría y sus enseñanzas. El “Gran Maestro Lehmann”, con un pequeño libro traído del tesoro de esta comunidad que bien podría servir de almohada para los que no pueden dormir. En el conocimiento de los escritos de Francisco adquirimos la facilidad de penetrar en su figura y su espiritualidad. Para seguir vivenciando nuestra vocación.

Hay un bello detalle que no puedo pasar por alto, y es la simplicidad y sencillez con que vivimos la fraternidad: cuando festejamos con alegría un aniversario más de vida de otro grande, el hermano Basilio. Desde la víspera hubo un extraño movimiento, sobre todo de las hermanas que estamos en el curso, se decoró el comedor. Y por la mañana, rezando y cantado por él, seguimos nuestro horario de clases habituales. En la comida las hermanas del Congo nos deleitaron con sus melodiosas voces y ritmo. Disfrutamos de una comida especial en honor del cumpleañero, y concluimos la tarde con la eucaristía. Dando gracias a Dios por su entrega y testimonio generoso como hermano menor ¡Dios le bendiga, hermano Basilio!

El jueves 30, nuestro hermano Antonio OFM, marchándose a su comunidad de Guadalupe (Extremadura), recibió el acolitado. ¡Felicidades, hermano! Te esperamos. El próximo día 2 de febrero, domingo, celebraremos el día de la vida consagrada. Quiera Dios que en ese día todos los que nos consideramos seguidores de Cristo, renovemos nuestro ardor y entusiasmo por el don que hemos recibido.

Hermana Mª Verónica Torres Amaro, Clarisa Capuchina
Monasterio de N.S. de Guadalupe, COCA (Ecuador)